El Taga cumple un año de experimentación

Alonso Aguilar Orihuela | Milenio | 19 Jan 2009

Fue ideado por Demián Flores como espacio de reflexión

El Taga cumple un año de experimentación

• Es un laboratorio de arte localizado en una casa del centro histórico de Oaxaca

Alonso Aguilar Orihuela

En febrero el Taller de Gráfica Actual (Taga) cumplirá un año de explorar los discursos, las estrategias y las formas de producción de grabados en el arte contemporáneo: “Nació con la idea de recuperar el proceso de la gráfica, reflexionar qué ha sido y en qué se ha convertido, experimentar técnica y conceptualmente”, dijo en entrevista su fundador, el artista plástico Demián Flores.
Taga es un “laboratorio de arte” localizado en una casa del centro histórico de Oaxaca. Cuenta con salas dedicadas a la gráfica digital, litografía, serigrafía, grabado sobre madera y metal, además de un lobby que funge como sala de exhibición, y una galería. Académicamente el taller se basa en formar, crear, investigar y experimentar gráficamente por medio de cuatro programas: educación, residencias artísticas, desarrollo de proyectos y ediciones.
Para Flores la gráfica, junto con los nuevos medios de producción, ha podido mantener su vigencia discursiva. Sin embargo, en Oaxaca, “hacía falta un lugar que le regresara el proceso de la práctica y experimentación, y que estuviera al nivel de pensamiento del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), que ha llegado a consolidarse como un espacio muy importante en todo el mundo. Bajo ese ánimo abrí este lugar, de una manera intuitiva”.
Uno de los ejes rectores del Taga es propiciar el ambiente adecuado para que los residentes puedan sentirse cómodos y realizar obras empleando distintas técnicas: “Permitimos al artista llegar a un espacio donde pueda abrirse a varias posibilidades del grabado, donde pueda replantear las mismas estructuras que han determinado a la gráfica a través del tiempo.
“Así, la gráfica expande sus nociones y límites, crea diálogos con otros lenguajes y medios, como la gráfica sobre muro, expandida hacia la parte objetual o instalativa. Ahora, los lenguajes del arte tienen líneas muy delgadas, y se entrecruzan. Yo creo que la gráfica ha podido responder a esas estrategias contemporáneas y se ha adaptado. Los elementos que la limitaban ahora son componentes de creación y expansión.”
Otro de los ejes del taller es el vínculo con la comunidad artística, no solo a través de la impartición de talleres como el de dibujo que actualmente brinda el reconocido litógrafo Per Anderson, sino a partir de de apreciar el trabajo de los creadores locales que usualmente no tienen cabida en espacios ortodoxos de difusión gráfica, como los grafiteros.
Algunos de los artistas que han trabajado en el Taga son Francisco Castro Leñero, Per Anderson, Heriberto Quesnel y José Villalobos, entre otros.
Hace dos meses, con apoyo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, el Taga y La Curtiduría iniciaron una serie de 14 residencias artísticas que finalizarán en diciembre de 2009: “Es una revisión panorámica de la gráfica creada por artistas jóvenes”, comentó Flores.