Demián Flores - criticism

Quitamiedos

Olga Margarita Dávila | Arte al día | Mar 2009

Forjarse la suerte entre territorios inquietantes es el camino que hace y recorre el trabajo artístico de Demián Flores. En febrero del 2006 se llevó a cabo MATCH dual presence, una magna muestra que visitó la entonces Galería Fisher, ahora Museo Fisher de la Universidad del Sur de California, Los Ángeles, EUA y la Galería de Arte de la Universidad Autónoma de Baja California, Tijuana, México. Era una sola exposición, estaba conformada por un cuerpo de obra presentado en dos países, reunía piezas de cinco años antes, de diferentes series, en torno a líneas temáticas, formales, disciplinares y conceptuales, tiradas por el artista: combatir, encender, armonizar (hacer juego con), competencia del mismo nivel, entre la pintura y la gráfica, entre la herencia indígena y la española, entre la política y el bien común, entre el norte y el sur, entre lo retinal y lo conceptual, entre lo social y lo individual.

Para este próximo marzo la comunidad losangelina, de nuevo, podrá re-conocer-se en el trabajo de Demián en la muestra Self Defense, misma que inaugura la nueva locación, en Bergamont Station -complejo de galerías, librerías y museo- en Santa Mónica, CA, de la renombrada galería Latin American Masters. Se podrán disfrutar trabajos realizados entre el 2006 y el 2008 de las series Defensa Personal, Oaxaca y Zegache –la colección da continuidad a MATCH dual presence en la que dibujos y gráficas de la serie Defensa Personal conectan ambas muestras -.

Self Defense esta conformada por diez pinturas de dimensión media y una de gran formato, 14 objetos y una gráfica. El título se refiere a los manuales “deportivos” que el artista adquirió en una de las esquinas de la gran Ciudad de México. En ellos se muestran esquemas para defenderse de asaltos y agresiones. Todas las pinturas son de la serie Defensa Personal, las de formato medio están realizadas sobre telas que fueron costales de harina y cereales de empresas que cerraron por la absorción o por quiebra ante compañías transnacionales. Los personajes, dibujos tomados de los manuales, combinan su atuendo, traje y corbata con penachos, miembros desollados, muñequeras y escudos. Son los actuales mexicanos que protegen lo propio, danzan, luchan, pelean, se encuentran unos con otros. La pintura de gran formato esta realizada sobre lino crudo, con dibujos de los manuales y de códices, en ella Flores apunta a una reflexión más disciplinar que social, por el tratamiento de los materiales. Todas son obras de gran carga simbólica y de carácter sintético por su cualidad pictográfica.
Los objetos de la serie Oaxaca son piezas de inflexión irónica ante los sangrientos, violentos, e impunes acontecimientos del 2006, vividos en la capital del estado. “Bombas” Molotov, hechas de madera con la forma del embase de Coca-Cola, invalidas como sus resultados. Policías (PFP) como alebríjes (tallas de animales irreales creadas por el arte popular) y un Pinocho acostado con una nariz enorme, que usa lentes, como tanto político en turno. Y de la serie Zegache (municipio del estado de Oaxaca) se presentan tallas en madera cubiertas con hoja de oro que emulan chacos (arma de defensa callejera), su configuración son derivaciones de la mezcla de formas de columnas que se encuentran en los retablos, de origen colonial, del templo de Santa Ana Zegache y objetos domésticos -molinillos para espumar el chocolate, palo para hacer tortillas, ollas encimadas-. La gráfica que completa la muestra es de la serie Defensa Personal y esta realizada con “cliches” (placas de metal grabadas, que se usaron en carteles que anuncian el deporte de la lucha libre), su título Arena México ostenta el glorioso nombre del máximo recinto de lucha y puntualmente denota el actual estado del país-en llamas-, como una arena.

Ante el espacio real/cotidiano de tensión-violencia generado por la media y el poder en el que vivimos, Demián se ha ocupado de procurar-nos un afecto que sirva de equilibrio y salvoconducto. Imágenes que detonen como una barandilla, como un balaustre conceptual, un espacio seguro que libere el miedo y angustia de esta carga que nos sofoca. La fortuna que Flores nos construye con esta colección es un territorio para soltar y expandir la conciencia humana.